Nada por aquí...

COCO DE ARENA

81,25 

Mientras sus hermanos disfrutaban, cada uno a su manera, de una intensa vida en la superficie, Coco de arena se resignó al cuidado del hogar. Apegado y melancólico como era, comenzó por descontar el tiempo del regreso con caparazones olvidados de tortugas: cuando se llenaba de agua uno, pasaba a otro, y así su tamaño variable marcaba el paso de los días, las semanas o los años. Cuando la casa se inundó, reemplazó el agua por arena, dando así con el artilugio que le procuró fama inmortal. Con los beneficios de la patente obtuvo confianza y recursos, con los que se lanzó a descubrir, como sus hermanos, los secretos del gran mundo.

  • 1,80 g
  • 2,08x2,13 cm
  • Metacrilato y latón con baño hipoalergénico en oro de 18k.

2 disponibles

  • Unidades limitadas
  • Envíos gratis a la Península
  • Devoluciones fáciles