AMEBA UP
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A este prodigioso organismo unicelular se lo ha descrito como uno de esos raros genios universales que pueden hacer cualquier cosa (Constantin Pralinoswki, 1857). Y no en vano, ya que pinta a la acuarela, toca la concha marina, imita los cantos de sirena e incluso hace de ventrílocuo si la ocasión lo requiere. Los primeros ejemplares fueron descubiertos a mediados del siglo XIX en aguas poco profundas de las Marianas, donde evolucionaron sin alteraciones durante milenios hasta la llegada de los primeros hombres, momento que aprovecharon para aflorar a la superficie y completar su abanico de habilidades, entre ellas: saltos emulando los clavadistas mexicanos, inmersiones sin oxígeno hasta la fosa oceánica, carreras en bobsleigh por los arrecifes y conciertos de flauta mágica.
Sin existencias