Nada por aquí...

HIBERNANDO

60,00 

No había señales del oso. Se habría metido en su establo para volver a hibernar. Se quedó fuera, escuchando. El río borbotaba entre los juncos y las piedras. Las ramas crujían y se rozaban. Las patas de las aves hacían crepitar las hojas secas. Quizá también el oso resoplaba y roncaba en su casa. (Oso, Cap. VII, p. 54)

  • 4,18 g
  • 3,4x5,4 cm
  • Metacrilato y latón con baño hipoalergénico en oro de 18k.
  • Unidades limitadas
  • Envíos gratis a la Península
  • Devoluciones fáciles