Nada por aquí...

NATURALEZA

40,00 

Envuelta en el pelaje del oso se sentía arropada en una cesta, acariciada por diminutas olas, protegida por el aliento de bestias amables. Sentía dolor, pero era un dolor dulce y agradable que no pertenecía al sufrimiento mental, sino a la tierra. Olía el musgo y las limpias flores del Norte. (Oso, Cap. XXII, p. 165)

  • 2,89 g
  • 1,7x5,4 cm
  • Metacrilato y latón con baño hipoalergénico en oro de 18k.
  • Unidades limitadas
  • Envíos gratis a la Península
  • Devoluciones fáciles