FRUTA
40,00 €
Un inquietante bodegón se presenta en primer plano. No en vano Caravaggio fue precursor en la representación de naturalezas muertas con conciencia de obra pictórica, como en este Baco, cuya cesto de frutas esconde multitud de símbolos: la uva, la lujuria; la manzana, el pecado; la granada abierta, la vida eterna; el membrillo marchito, la fugacidad del tiempo… Un juego entre lo divino y lo humano, entre la realidad y la ilusión, que condensamos en esta pequeña pieza en plexiglás verde traslúcido con dos finas hojas doradas que iluminará tu rostro.