Nada por aquí...

Metro

2019
¿Te gustaría emprender un viaje subterráneo alrededor del mundo?

¿Atravesar bajo tierra los cinco continentes? ¿Cruzar los túneles laberínticos que se extienden por las ciudades y descubrir sus estaciones principales? ¿Desplazarse a toda velocidad entre la oscuridad? Pues súbete a bordo de nuestra colección y vive con nosotros ¡un montón emociones!

Porque moverse bajo tierra es una experiencia única: al descender por la boca de un metro accedemos a un universo particular, con unos códigos completamente distintos a los de la superficie, ya que allí debajo carecemos de referencias sensoriales claras. Si miramos por la ventana, ¡no vemos nada! Si nos fijamos en las baldosas, ¡a los pocos pasos no sabemos dónde estamos! Es fácil despistarse, desorientarse, perderse, no sólo en el mismo trayecto… ¡sino a veces en el mismo andén!

Y es aquí donde entra en juego todo un espectro mágico de colores, símbolos, pictogramas y señales diseñado para guiarnos entre la oscuridad que nos tiene fascinados desde niños. Desde los sencillos soportes gráficos, capaces de simplificar los mensajes más complejos, hasta el uso intuitivo y universal del color (neutros para las superficies grandes y vivos para la señalización); pasando por la habilidad cartográfica de sintetizar en pocas líneas rutas complejas, el estudiado mobiliario (desde las barandillas a los reposabrazos) y la excepcional arquitectura de algunas estaciones -convertidas en auténticos palacios en algunos casos y en escenarios artísticos y platós cinematográficos en otros-, son expresiones tan genuinas de una ciudad como las calles, edificios y museos que se extienden en sobre su superficie.

Porque el metro es mucho más que un medio transporte; mucho más que una manera eficiente y más o menos democrática de sortear aglomeraciones y moverse sin apenas contratiempos de un punto a otro de una ciudad. Es un icono, un manifestación cultural sin la cual no podríamos entender nuestras sociedades.

Y aún hay más. Las líneas que hemos recorrido alguna vez conforman una cartografía sentimental, un itinerario emocional que nos conecta con nuestro pasado: la parada donde vivía nuestro mejor amigo o un amor de la adolescencia; la estación en que salíamos disparados hacia la escuela o la universidad; corriendo hacia nuestro primer trabajo o al reencuentro de una persona amada. El metro es parte de nuestro paisaje, un elemento que atraviesa y moldea nuestras vidas.

Todo ello es lo que hemos intentado trasladar a esta nueva colección de Maxi pendientes y collares que presentamos a continuación.

Se cierran compuertas… 3, 2, 1… ¡Pasajeros al tren!