Nada por aquí...

LA ZARZAMORA

78,13 

Uvas, cerezas, grosellas y unas espléndidas zarzamoras desproporcionadamente grandes se esparcen por el panel central sirviendo de alimento, juguete y refugio a los más variopintos personajes. Su presencia no es arbitraria, pues representan los placeres de la carne y recuerdan al espectador que recoger fruta, en esa época, equivalía a procrear. La ecuación es sencilla: comer proporciona vida continua y copular genera nueva vida. Un individuo se afana sobre una fresa que se disputan varias personas; otro ha transformado su cabeza en una turgente fruta azulada, y nosotros estos voluptuosos pendientes en un atajo hacia… la felicidad plena.

  • 3,7 g
  • 3,1x3,7 cm
  • Metacrilato y latón con baño hipoalergénico en oro de 18k.

1000 disponibles

  • Unidades limitadas
  • Envíos gratis a la Península
  • Devoluciones fáciles