OCULTOS

Las parejas de los protagonistas no aparecen frente a la cámara. Las conocemos por sus voces, sus pies, sus espaldas, reducidas a siluetas vaporosas que perseveran en las sombras. El marido de la Sra. Chan sale constantemente de viaje, la esposa del Sr. Chow trabaja como recepcionista nocturna. Son invisibles pero poderosamente presentes. Un enigma, un dolor, un peso insostenible. Espejos y vidrios se interponen entre ellos, captando sus pensamientos. Agazapada tras las cortinas, la cámara muestra lo que ocurre a través de cristales: a veces vemos sólo una parte o escuchamos lo que no está destinado para nosotros. Todo está calculado: la lluvia que se precipita sobre los amantes, el rostro ignorado de los cónyuges, con una cámara que trata de averiguar qué está ocurriendo entre ellos, hábilmente parapetados tras ese obstáculo que les esconde y aleja de manera inevitable.