LA MANCHA
50,00 €
A veces no vemos lo que queremos ¡sino lo que podemos! En 1660 Ruben de la Vialle, junto con algunos compañeros, se adentra en la ruta de Niaux: una joya del arte rupestre aún por descubrir. Accede a un pasaje de bóveda alta de unos 500 metros de largo, gira hacia una galería lateral y asciende otros 300 metros más hasta desembocar en una cámara central, donde intercambia impresiones con los colegas, estampa su florida firma en una pared y emprende el camino de regreso sin reparar, eso sí, en el impresionante mural de bisontes, íbices y venados a escasos centímetros de su inscripción. Los animalicos tuvieron que esperar algunos siglos a ser descubiertos y nuestro Ruben pasó a la historia de la arqueología ¡más Happiest on Earth!