Nada por aquí...

BAILA

60,00 

A veces, ya bien entrada la noche, sintonizaba emisoras distantes en su transistor. Lenguas indescifrables del otro lado del Polo, lentos acentos de Nueva Orleans. Una noche trabajaba arriba junto a la ventana, cuando la música griega inundó la sala. -Oso, baila conmigo -dijo ella de pronto. (Oso, Cap. XVIII, p. 137)

  • 6,7 g
  • 3,5x8,7 cm
  • Metacrilato y latón con baño hipoalergénico en oro de 18k.
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  • Devoluciones fáciles