Nada por aquí...

DISTANCIAS

40,00 

Lou avanzó con cuidado por los tablones oscuros de la leñera, entró y le sacó los restos de la cena. El oso se los comió enseguida y a continuación le dirigió lo que parecía una mirada suplicante. Guardando las distancias, Lou alargó una mano. Él se la lamió con una lengua larga, rugosa y curva, pero cuando ella intentó tocarle la cabeza, el oso la apartó y retrocedió. (Oso, Cap. VI, p.49).

  • 3,73 g
  • 3,12x3,56 cm
  • Metacrilato y latón con baño hipoalergénico en oro de 18k.
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