Nada por aquí...

ROJO

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A veces el oso casi le rasgaba la piel con su eficaz lengua, a veces se distraía. Ella tenía que engatusarlo y atraerlo de nuevo. Se untó con miel y le susurró, pero en cuanto terminó la miel el oso se alejó. (Oso, Cap. XVIII, p. 140)

  • 6,7 g
  • 3,5x8,7 cm
  • Metacrilato y latón con baño hipoalergénico en oro de 18k.
  • Unidades limitadas
  • Envíos gratis a la Península
  • Devoluciones fáciles