JACINTA
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Entre los guacamayos hay costumbres que no se discuten: del nido hay que salir arreglada. Y es que los ejemplares que se acicalan mutuamente generan menos cortisol, la hormona del estrés. En realidad es un fenómeno general de las aves, pero en esta especie juega un papel fundamental debido a las características especiales de sus alas, con receptores especialmente sensibles a infinidad de estímulos: al calor, la presión, el movimiento… Jacinta y su Jacinto lo saben desde niños. Por eso repiten este ritual a diario. Aquí los tenemos. Ahuecándose con suavidad el plumaje, hundiendo el pico por aquí, reajustando con parsimonia un detalle por allá. Faltará ahora colgarse estos Maxi pendientes ¡y a volar!