Nada por aquí...

NOCTURNO

40,00 

Aquí tenemos a nuestro Potoo en su momento favorito, la noche: dos gigantescos faros proyectados hacia la nada en medio de la oscuridad. Y lo de gigantescos tiene sus ventajas, ya que al igual que las pantallas, cuanto más grandes son, más receptores de luz incorporan y mayor es su imagen en la retina. Así que no hay presa que no detecte ni movimiento que escape a su vista prodigiosa. Cuando la luna sobrepasa su cénit emite un lamento, un canto misterioso que estremece a toda la fauna durmiente. Será porque su dominio de la noche se desvanece, y ya queda menos para cerrar los ojos.

  • 3,13 g
  • 2,7x1,9 cm
  • Metacrilato y latón con baño hipoalergénico en oro de 18k.
  • Unidades limitadas
  • Envíos gratis a la Península
  • Devoluciones fáciles