Nada por aquí...

LA ESPIGA DE ORO

40,00 

Dicho esto, la diosa cambió de estatura y de aspecto, rechazando la vejez. En su torno y por doquier respiraba belleza. Un aroma encantador de su fragante peplo se esparcía. De lejos brillaba la luminosidad del cuerpo inmortal de la diosa. Sus rubios cabellos cubrían sus hombros, y la sólida casa se llenó de un resplandor como el de un relámpago.

(Himno a Deméter, 275-280)

  • 3,37 g
  • 2,68x3,57 cm
  • Metacrilato y latón con baño hipoalergénico en oro de 18k.
  • Unidades limitadas
  • Envíos gratis a la Península
  • Devoluciones fáciles