Baco

2022

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Escandaloso y contradictorio, incomprendido y maldito, Caravaggio quiebra las reglas del arte. Cada pincelada supone una sacudida repentina. Un aldabonazo a la tradición. Sus cuadros encierran universos herméticos en los que sólo el alma puede adentrarse. Los personajes aparecen contenidos en habitaciones oscuras, espacios cavernosos bañados por una sola fuente de luz radiante. Frente al ideal de belleza, frente al canon imperante, se complace en la imperfección, en la realidad con toda su complejidad y misterio. No aspira a embellecer el mundo sino a retratar sus flaquezas, a plasmar las contradicciones de una condición humana vencida por las pasiones. Por la muerte y el sufrimiento. Por la insignificancia y la miseria. Virtud y caída, exuberancia y escasez, armonía y disonancia vertebran una obra en tensión dramática donde los milagros no ocurren ya en los altares, sino en las callejuelas y en los sótanos en penumbra. En el barro. 

Baco refleja esa voluntad transgresora. Coronado con hojas de parra, sobre una túnica que deja al descubierto su sensual torso musculado, un joven de mirada ambigua ofrece al espectador una copa junto a una espumeante jarra y un bodegón de frutas marchito. Luce unas mejillas coloradas, aturdido por el efecto de la bebida. Sus manos están tostadas, con las uñas terrosas. Pero ningún dios cultiva la tierra, ninguna divinidad se sonroja. Porque quien está frente a nosotros no es Baco, sino un muchacho disfrazado de Baco. Un sutil juego de apariencias y engaños que pone de relieve la naturaleza ilusoria de las cosas mediante dos motivos pictóricos hasta la fecha irreconciliables: el bodegón con la representación mitológica.

Nos enfrentábamos a múltiples retos a la hora de diseñar la colección. Para comenzar, las tres dimensiones del cuadro, del que debíamos restar una sin comprometer el resultado. Junto a la expresión sensorial, marcadamente sensual de sus elementos, que era esencial conservar. Así como la particular integración del plano sagrado y terrenal, que nos permitiría dotar a los accesorios de una mayor singularidad.

Había que considerar también otros aspectos, como el carácter andrógino del protagonista, con su mirada difusa y gesto ambiguo, que hemos cristalizado en pendientes y collares sin género aparente, creados desde la propia pieza y no desde su función. Y luego la luz. Esa luz enfrentada a las tinieblas. Con sus figuras suspendidas sobre la nada al borde mismo de la desaparición. Con esa claridad cegadora que emana de las sombras para enfatizar cuerpos, volúmenes y relieves, generando abruptos contrastes, vehementes recortes, contraponiendo con visceralidad formas sin necesidad de atemperar la paleta de color. Un intenso efecto teatral que traducimos, por primera vez en papiroga, en piezas traslúcidas, como el burdeos, oscuro y vibrante, de una opacidad enigmática, y el verde, profundo e inquietante, de una cautivadora elegancia.

Llega aquí una colección inspirada en la obra de un rebelde, de un visionario que se anticipó con varios siglos a la pintura moderna. Con su invitación al vino en actitud desafiante, su Baco nos está mandando un mensaje. Aprovecha el momento. Disfruta el ahora. Vive el instante. Así que gocemos, mientras dure, de la vida y del arte.

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Materiales

Oro
Baño hipoalergénico de 18k
Plexiglás
Nuevo material de alta calidad y acabados pulidos

Colores

Categorías

Dentro de la colección podrás encontrar piezas de todo tipo: y mini pendientes, y maxi pendientes, y maxi collares, y mini pendientes, y collares, .