EL DRAGÓN
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Si a una planta se le conoce como dragón, serpentaria o hierba culebrera, será porque no resulta la más amigable del planeta. No en vano, detesta la luz del sol, emite un desagradable olor a carne que atrae a los insectos polinizadores y puede ser muy tóxica para el ser humano. Pero, como todo veneno, ofrece también sus recompensas: ya que elimina los agentes nocivos del hogar causados por los productos de limpieza. ¡No hay mal que por bien no venga!