MICROCOCUS
80,00 €
El papel de los micrococus en la cultura humana no es baladí. Ciertas comunidades neolíticas se valieron del poder de seducción de estas conchas marinas para la domesticación de animales. Los indios americanos las ensartaron en sus cinturones como protección y algunos pueblos precolombinos para comunicarse con los dioses. A finales de la Edad Media, el músico veneciano Guido Corradini compuso un madrigal con muestras traídas por Marco Polo del lejano Oriente y Paolo Ucello dudó hasta el último momento en incorporarlas a sus lanzas de La batalla de San Romano. El ilustre barón Odón de Bergamote fue más allá, construyendo en 1665 su célebre laberinto, hoy desaparecido. A la fascinación histórica por los micrococus nos sumamos ahora nosotros con un nuevo uso: el de estos Maxi pendientes, a escala 12:1.