LA LUZ

Aunque vivían en las bocas de las cuevas, donde llega luz natural, nuestros ancestros se movían por su interior hasta los rincones más escondidos. Y puede que la explosión de creatividad que contemplamos en sus galerías se inspirase precisamente en esto: en el juego de luces y sombras de su alrededor. Iluminados por la luz palpitante de una fogata o una lámpara de piedra cargada de grasa animal como las halladas en Lascaux y Sarakino, las prominencias y grietas de los muros de roca podrían sugerir formas de la Naturaleza, como las nubes o los relieves de la nieve a los ojos de un niño con imaginación. Miles de años después, repetimos con este Maxi pendiente este experimento ancestral: proyéctalo contra la pared y dinos ¿qué forma te evoca?